
Pancho Villa es uno de los personajes mexicanos más conocidos en el mundo; en torno a él se han creado infinidad de leyendas, las hay de todo tipo: como Robin Hood, como asesino despiadado y como mujeriego, por mencionar algunas. Durante la Revolución fue una figura sobresaliente en el norte del país, su participación se concentró en: Ciudad Juárez, urbe fronteriza donde se firmaron los Tratados de Ciudad Juárez que llevaron a la renuncia a Porfirio Díaz; Chihuahua, llamada la Cuna de la Revolución, gobernada por Villa unos meses; Hidalgo del Parral, capital del mundo para los parralenses, fue la última morada del Centauro del Norte; Torreón, la ciudad más importante de la Comarca Lagunera, fue tomada dos veces por las fuerzas de Pancho Villa; y Durango, un estado con paisajes inigualables y ciudades señoriales, del centro al norte fue la ruta por la cual anduvo Doroteo Arango, el verdadero nombre de este singular personaje.
El recorrido por la Ruta de Villa te llevará a descubrir los magníficos paisajes desérticos del norte del país, todos con grandes atractivos para disfrutar; sets cinematográficos, cañones, lagunas, minas y museos, así como interesantes rincones que no puedes dejar de conocer.

Ciudad Juárez
En los primeros meses de la Revolución, Juárez fue escenario de una de las batallas más destacadas y decisivas que culminó con el derrocamiento de Porfirio Díaz.
La batalla duró dos días (del 8 al 10 de mayo de 1911) y estuvo encabezada por Pascual Orozco y Francisco Villa. Después, la ciudad sufrió saqueos, fusilamientos y desorden total hasta el 21 de mayo cuando los revolucionarios y el presidente Porfirio Díaz firmaron los Tratados de Ciudad Juárez donde Díaz aceptaba renunciar al poder.
Para 1913, nuevamente Ciudad Juárez fue tomada por Villa sin grandes consecuencias
La Toma de Ciudad Juárez para los revolucionarios significó tener el control del norte del país, poder atacar libremente las regiones del sur y, lo más importante, adquirir directamente armas y provisiones así como controlar las aduanas. La veían como su base permanente por el contacto cercano con Estados Unidos
Chihuahua
Convertida en capital del estado en 1823, su centro está rodeado de arquitectura decimonónica y otros edificios que reflejan la bonanza del porfiriato. El 22 de diciembre de 1913, Pancho Villa ocupó nuevamente esta ciudad bajo el cargo de gobernador militar del estado y entonces se enfrentó al reto de organizar un gobierno.
Los principales problemas fueron el del comercio –paralizado por falta de circulación de moneda– y el de la inflación. Para solucionar el primer problema, emitió papel moneda por dos millones de pesos y lo declaró de circulación forzosa, a la vez, ordenó que el papel moneda de otras emisiones y la moneda de plata serían inadmisibles para transacciones económicas. Esta medida, en un principio funcional, eventualmente provocó una escalada inflacionaria, pues a la primera emisión siguieron muchas más. Para arreglar la inflación fijó precios máximos para productos básicos como carne, leche y pan.
Mientras fue gobernador en Chihuahua atendió también problemas de tipo social y urbano. Abrió numerosas escuelas y puso a sus tropas a trabajar en la planta eléctrica, en los tranvías, los teléfonos, el servicio de agua y los molinos de trigo de la capital del estado; organizó la venta de carne con reses tomadas de los ganados de la familia Terrazas y prohibió, bajo pena de muerte, la venta de licor al ejército. Aunque dejó el gobierno desde el 8 de enero de 1914, siguió ejerciendo el poder en el estado por varios meses.
Hidalgo del Parral
Es el último punto de la famosa ruta villista recorrida cada año por jinetes y motociclistas para conmemorar a El Centauro del Norte en el día de su muerte.
En abril de 1916, el ejército estadounidense se internó en Chihuahua, con el fin de capturar al general Villa, se detuvieron en Hidalgo del Parral para adquirir provisiones. Las autoridades tenían órdenes del presidente Carranza de evitar enfrentamientos, por eso se limitaron a negociar con el mayor Frank Tomkins. Pero Elisa Griensen, una niña de escasos 13 años reunió a un grupo de alumnos de la Escuela Oficial 99 y con ellos arengó a la población en contra de los extranjeros. Fue la primera en disparar y el pueblo comenzó a agredir a los soldados. Al grito de ¡Viva Villa! y ¡Viva México!, la multitud obligó a Tomkins a salir de la ciudad.
Francisco Villa tomó Parral siete meses después. En esa ocasión conoció a Elisa, le agradeció y accedió a casi todas sus peticiones. En su visita por la ciudad, podrá ver, en la zona del centro, la Casa Griensen, donde Elisa vivió al lado de sus padres.
En esta ciudad también emboscaron y mataron, el 20 de julio de 1923, al general Francisco Villa. Sus agresores rentaron una casa donde se escondieron por tres meses para vigilar sus pasos y encontrar el momento propicio para ejecutarlo. Ese día iba de regreso a su casa, manejando un Dodge, cuando se escuchó una lluvia de balazos. Los testigos cuentan que el carro se desvió y chocó contra un árbol. La casa donde fraguaron la muerte de Villa, hoy es el Museo General Francisco Villa con pinturas, fotografías y algunos objetos personales del Centauro del Norte.
Torreón
Es una de las ciudades más importantes del estado de Coahuila por su rica actividad comercial e industrial; junto con Gómez Palacio y Lerdo integran la Comarca Lagunera. Durante la Revolución, fue tomada en dos ocasiones por las fuerzas villistas; en el último ataque, Pancho Villa ordenó el saqueo, la destrucción y la quema de todas las imprentas para que no hablaran mal de él.
El avance de las fuerzas villistas hacia esta ciudad comenzó con el movimiento de los 15 trenes de la División del Norte de Chihuahua hacia Gómez Palacio en Durango y el ataque a esta población inició el 22 de marzo. El general Villa planeó una ofensiva con todas sus tropas, reunió a 15,000 efectivos; los huertistas, al darse cuenta de la magnitud de las fuerzas contrarias, evacuaron la ciudad el 26; al día siguiente la División del Norte entró a Gómez Palacio.
Precisamente en los límites entre Gómez Palacio y Torreón se encuentra el Museo de la Revolución, hoy Casa Colorada, en sus muros todavía quedan las huellas de los morteros villistas que hicieron posible la toma de Torreón. A escasos metros puedes ver armamento, monedas antiguas, fotografías de Pancho Villa, así como información sobre la participación de La Laguna en la Revolución.
El mismo 27 de marzo, tras la derrota de los huertistas, los jefes, encabezados por Pancho Villa, se reunieron para iniciar el asalto a la ciudad de Torreón. El fuego no cesó en los siguientes cinco días; al amanecer del 2 de abril, a costa de grandes bajas, los villistas redujeron a los huertistas a su última línea ya dentro de la ciudad. Villa ordenó un descanso a las tropas para esa noche dar el ataque final, pero el huertista José Refugio Velasco aprovechó las tolvaneras –por las cuales Torreón lleva el apodo de polvorreón– para ordenar una evacuación silenciosa y escalonada. Villa se dio cuenta de la huida pero decidió no atacarlos. El 3 de abril, la División del Norte llegó a Torreón, en su entrada, el general Villa fue vitoreado por la multitud. Cuentan que reestableció el orden casi inmediatamente, los principales servicios volvieron a funcionar y en la tarde el comercio abrió sus puertas.
Estado de Durango
Asentado al noroeste de México, el estado de Durango se rodea de los paisajes de la Sierra Madre Occidental. Fue sede de los momentos más trascendentes de la vida de Pancho Villa: nacimiento, y formación de su popular ejército, la División del norte, así como de su camino hacia la muerte.
El general Villa nació en 1878, en el rancho de la Coyotada el cual formaba parte de una de las haciendas más grandes del estado. Para llegar a este lugar, te recomendamos viajar por carretera, desde la ciudad de Durango. En el trayecto, aprovecha para probar, en el crucero de Canatlán de las Manzanas, las inigualables gorditas de harina rellenas de diferentes guisados. Debes recorrer unos cuantos kilómetros más, hasta llegar a San Juan del Río y tomar la desviación hacia la Coyotada, ahí verás la casa donde nació y pasó su niñez Doroteo Arango.
En esta excursión puedes conocer la flora, la fauna y el paisaje duranguense, escondites y testigos de la creación de Pancho Villa, tal como lo cuenta en sus memorias; cuando por defender a su madre y a su hermana, de su patrón, el joven Doroteo le disparó en el pie y huyó hacia la Sierra de la Silla.
A partir de ese momento, Villa vivió como un forajido en las montañas de Durango, constantemente perseguido por las autoridades. Durante ese tiempo decidió cambiar su nombre por el de Francisco Villa, ya que su padre había sido hijo ilegítimo de Jesús Villa.
La carretera 23 une, en 395 kilómetros, el nacimiento y la muerte de Pancho Villa; pues llega hasta Hidalgo del Parral, Chihuahua, donde murió; a su paso, se detuvo en la Hacienda de Canutillo, regalada por Adolfo de la Huerta como premio a su rendición y por sus servicios prestados a la Revolución. Dos habitaciones de la ex hacienda ahora están habilitadas como museo, con una buena colección de armas, documentos, objetos personales y fotografías, a través de las cuales se conoce la vida de Villa en la hacienda. Si tienes suerte, podrás encontrar personas que conocieron a Villa, con ellas, disfrutarás de sus relatos, fundidos entre la realidad y la ficción.
Durango es también el territorio donde se formó la División del Norte, cuando se ponía en marcha el ejército villista parecía una ciudad en movimiento. Las tropas villistas hicieron del ferrocarril su medio de transporte, casa, cuartel, cocina, caballeriza y oficina. La División, sorprendentemente, estaba formada por familias enteras, ¡hasta los niños tenían una labor asignada, según su edad, género y destreza!
La Hacienda de la Santísima Trinidad de la Labor de España fue construida en el siglo XIX y explotada por la familia Gardé como hacienda algodonera. Actualmente es el Museo Comunitario División del Norte cuya misión es representar la fundación de la División, la Revolución y la vida en la hacienda. De ésta puedes visitar parte de la casa grande, la capilla de estilo grecoromano, los patios y los impresionantes sótanos donde se guardaban los granos
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